Un clásico del invierno: la receta fácil de puchero argentino en cuatro pasos

Con la llegada del invierno, nada mejor que un buen plato caliente para combatir el frío. El puchero argentino es una opción económica, nutritiva y riquísima que nunca falla. Su secreto está en respetar los tiempos de cocción de cada ingrediente para lograr una preparación equilibrada y deliciosa. Se cocina de manera sencilla, agregando los ingredientes en diferentes etapas dentro de una olla con agua hirviendo.

Al finalizar la cocción, los ingredientes sólidos se separan del caldo y se sirven con un toque de aceite de oliva y especias a gusto, como sal, pimienta y perejil.

Ingredientes para 3-4 personas:

  • 1 kilogramo de osobuco (puede reemplazarse por falda, roast beef, pollo o rabo)

  • 2 papas medianas

  • 2 batatas medianas

  • 1 calabaza

  • 400 gramos de zapallo

  • 2 choclos

  • 1 cebolla

  • 1 cebolla de verdeo

  • 1 puerro

  • 1 zanahoria

  • 1 puñado de perejil

  • Sal y pimienta a gusto

  • Aceite de oliva

Paso a paso para preparar el puchero argentino:

1. Cocinar la carne: Llenar una olla grande con agua hasta alcanzar 3/4 de su capacidad. Llevar al fuego y, una vez que comience a hervir, agregar la carne cortada en trozos grandes. Cocinar por aproximadamente 10 minutos.

2. Incorporar las verduras iniciales: Sin retirar la olla del fuego, agregar el perejil, el puerro y la cebolla de verdeo. Para facilitar su retiro posterior, se pueden atar con un hilo apto para cocinar. Luego, sumar la zanahoria pelada y los choclos cortados en trozos grandes. Por último, agregar la cebolla cortada a la mitad. Tapar la olla y dejar hervir por 30 minutos.

3. Agregar las hortalizas: Pasado ese tiempo, incorporar las papas, batatas, calabaza y zapallo pelados y cortados en trozos grandes. Sumar sal y pimienta a gusto. Volver a tapar la olla y cocinar hasta que las papas y las batatas estén tiernas.

4. Servir y disfrutar: Retirar el atado de perejil, puerro y cebolla de verdeo. Servir en los platos la carne y las verduras sin el caldo. Finalmente, rociar con aceite de oliva y un poco más de sal y pimienta a gusto. ¡Listo! Un plato reconfortante para disfrutar bien caliente en las noches frías de invierno.

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