Sam Altman sigue bajo el ala de la fundación de OpenAI pese al cambio al modelo con fines de lucro

El nuevo giro en la compleja historia corporativa de OpenAI deja a Sam Altman solo parcialmente encaminado hacia su objetivo declarado el año pasado: desvincular a la empresa creadora de ChatGPT de la organización sin fines de lucro que aún la controla.

Por qué importa: Desde que Altman fue temporalmente destituido como director ejecutivo por el consejo de la fundación sin fines de lucro en noviembre de 2023, sus esfuerzos por recaudar miles de millones para cumplir con la misión de desarrollar una inteligencia artificial que “beneficie a toda la humanidad” han estado acompañados de dudas sobre la estructura de gobernanza de la empresa.

Lo último: Según el nuevo plan anunciado este lunes, el brazo comercial de OpenAI pasará —como ya se había anticipado— de ser una sociedad de “ganancia limitada” a convertirse en una “corporación de beneficio público” (PBC, por sus siglas en inglés).

Las PBC son una figura jurídica relativamente nueva que permite a las empresas priorizar objetivos más allá de las ganancias.
Ya son familiares para los inversores: Anthropic, uno de los principales competidores de OpenAI, también opera bajo este modelo.
Y, lo que es crucial, estas corporaciones no imponen límites a las ganancias que los inversores pueden obtener.

Este cambio permitiría a OpenAI conservar decenas de miles de millones de dólares en financiamiento reciente, sujeto a la reestructuración, siempre y cuando cumpla con los plazos establecidos.

Una ronda de inversión liderada por SoftBank exige que OpenAI finalice la reestructuración antes de que termine el año. Otra ronda, realizada el año pasado, daba un plazo de hasta dos años para completar los cambios.

Pero hay un pero: Una parte esencial del plan original de Altman era que esta nueva empresa con fines de lucro fuese independiente del consejo de la fundación que lo había despedido en su momento —aunque actualmente la mayoría de sus miembros ya han cambiado.

Eso finalmente no se concretará.
En lugar de que la unidad comercial compre su independencia transfiriendo una participación significativa a la fundación, como proponía Altman, el consejo sin fines de lucro seguirá teniendo la autoridad final y recibirá también un gran paquete accionario.
Esto implica que, en teoría, podría repetirse lo ocurrido en noviembre de 2023: un futuro consejo podría decidir que OpenAI se desvió de su misión fundacional y reemplazar a su equipo directivo.

No obstante, Altman ha reducido al mínimo esa posibilidad. En la práctica, el consejo actual está mucho más alineado con su liderazgo y bajo su órbita de influencia.

El panorama general: En el fondo, este conflicto corporativo gira en torno al control de lo que muchos en Silicon Valley consideran la próxima gran plataforma tecnológica: quién se beneficiará económicamente y quién establecerá las pautas sociales y éticas de la inteligencia artificial.

Lo que sigue: Todavía queda pendiente la aprobación de varios actores clave del nuevo esquema, siendo Microsoft uno de los más importantes.

En líneas generales, Microsoft busca proteger el valor de su enorme inversión en OpenAI, que asciende a más de 13 mil millones de dólares entre fondos aportados y comprometidos.
Desde la crisis de noviembre de 2023, la relación entre ambas compañías se ha enfriado, y OpenAI se ha acercado a otros grandes inversores como SoftBank para sus planes de expansión.

Microsoft evitó hacer comentarios. Según Bloomberg, las dos empresas aún siguen negociando.

Por otro lado, los reguladores también han manifestado su interés en revisar el nuevo plan. Las fiscalías generales de California y Delaware podrían intervenir.

“Ahora que la empresa tiene un nuevo plan, tengo la intención de revisarlo para asegurar que cumple con las leyes de Delaware, que respeta el propósito caritativo de OpenAI y que la organización sin fines de lucro mantenga un control adecuado sobre la entidad comercial”, expresó Kathy Jennings, fiscal general de Delaware, en un comunicado a Wired.

Este nuevo plan tampoco pone fin a la batalla legal entre OpenAI y su cofundador Elon Musk, quien busca frenar la reestructuración al considerarla una traición a los objetivos originales de la empresa.

El abogado de Musk declaró a Reuters el lunes por la noche que continuará con la demanda. Un portavoz de OpenAI dijo a Axios: “El hecho de que Elon siga adelante con una demanda sin fundamentos solo demuestra que desde el principio fue un intento de mala fe por frenarnos”.

Otros críticos también siguen insatisfechos.

“El anuncio de OpenAI representa en realidad una reafirmación del statu quo, con algunos ajustes menores”, señaló Robert Weissman, copresidente de la organización Public Citizen.
“El problema es que el statu quo en OpenAI no ha respetado su misión sin fines de lucro”, añadió. “Desde el golpe interno de noviembre de 2023, OpenAI ha liderado la industria en dejar de lado las preocupaciones de seguridad y acelerar el lanzamiento de tecnologías riesgosas, más que sus competidores comerciales como Microsoft y Google.”

Entradas relacionadas